La película del día

Críticas de cine y cobertura de festivales

The Artist (2011)

  -¿Qué?: George Valentin es un famoso actor de cine mudo. En un estreno coincide accidentalmente con la joven aspirante a actriz Peppy Miller, y ambos se enamoran inmediatamente. Sin embargo, sus vidas y sus carreras irán por distintos caminos, ya que, con la llegada del cine sonoro, la carrera de George se hunde, mientras que la de Peppy es impulsada al estrellato…

-¿Cuándo?: Ayer a mediodía

 -¿Dónde?: en los Cines Princesa, en el preestreno que se ha hecho esta semana con motivo de la Semana de Festivales.

 – ¿Por qué?: hace unos meses supe por primera vez de ella, cuando vi el tráiler en el cine, que me dejó impresionada. Leí entonces que estaba triunfando en diversos festivales, y, sobre todo, que se trataba de una película muda, en pleno siglo XXI! Sólo por eso había que verla. Y según han pasado los meses, mis ganas no habían hecho otra cosa que aumentar.

 – Merece la pena porque… es, sin más, MARAVILLOSA. Temática, técnica, interpretativa, musicalmente… en todos los aspectos. Un placer de ver, oír, sentir, disfrutar y criticar. La película cuenta, una vez más, la que para mi es una de las historias que siempre me han parecido más tristes: la caída en desgracia y en el olvido de muchos artistas del cine mudo con la aparición del sonoro a finales de los años 20 del pasado siglo. Lo primero que hay que decir, sobre todo para aquellos a los que una película muda les pueda causar rechazo a la hora de verla, es que no se asuste nadie. Es muda, sí, pero es una película actual, eso no se disimula nunca. Hace un homenaje muy fiel a las películas de la época, pero también se toma muchísimas licencias. Al poco de estar viéndola, a uno se le olvida que la película no tiene diálogos. El director y guionista francés Michel Hazanavicius, no muy destacado sobre todo conocido por sus dos parodias del cine de espías, se lanza de cabeza a un ambicioso, valiente y singular proyecto, y sale completamente airoso, revelándose como un director soberbio y un apasionado del cine. Dirige con clase y elegancia, y consigue un película con muchísimo estilo, y sí, muy clásica, pero que tiene personalidad propia a pesar de sus continuas referencias. Sabe aprovechar los elementos que tiene del cine actual. La ambientación es sobresaliente, con una dirección artística y un vestuario cuidadísimos, que nos trasladan directamente a las películas de la época. La fotografía, en un obligado blanco y negro (no se por qué, pero tengo debilidad por las películas actuales en blanco y negro, sea falso o no, llamadme nostálgica), deja una multitud de preciosas imágenes para el recuerdo. Además, a pesar de que es una película muda, juega con el sonido (como en la fantástica escena de la pesadilla, o en ese final inolvidable).

La película cuenta además con una enorme baza a su favor, y es tener un protagonista que realmente parece sacado directamente de los años 20. El actor francés Jean Dujardin, merecidísimo ganador en Cannes, consigue enamorar con su perfecto papel de galán seductor posteriormente caído en desgracia. Con su sonrida encantadora, sus gestos y su lenguaje corporal, es una suerte Douglas Fairbanks mezclado con (muchos) toques de Gene Kelly. Extraordinario y muy difícil trabajo para conseguir llegar a actuar como no se hace desde que apareció el cine sonoro, pero Dujardin parece nacido para hacerlo. Su compañera de reparto, Bérénice Bejo, la esposa del director, es algo más secundaria (aquí el dueño y rey de la función es Dujardin), pero está también perfecta, encantadora y muy natural, como tiene que ser su personaje. De entre los secundarios, destaca el siempre estupendo James Cromwell, que nos regala algunas de las mejores secuencias de la película. Y no podemos dejar de mencionar a ese portento de perro, que es otro actor más y que tiene una importancia vital en la trama.

Lo que en principio puede ser más criticable de la película es la evidente falta de originalidad de su historia, que recuerda (conscientemente) a «Ha nacido una estrella» (A star is born, 1937), «El crepúsculo de los dioses» (Sunset Boulevard, 1950) o «Cantando bajo la lluvia» (Singin’ in the rain, 1952). Pero es que, como hemos dicho, esta película no es otra cosa que un homenaje, y un homenaje en todos los aspectos, también temático. Una historia totalmente original no tendría ningún sentido aquí. Lo que cuenta es que, de un tema muy manido y mil veces visto, sale una historia muy divertida, pero también melodramática cuando debe serlo, aunque sin pasarse ni buscar la lágrima fácil del espectador. Es épica, emotiva, y sobre todo, romántica a rabiar. Una de esas grandes historias de amor clásicas que debería formar parte para siempre de la Historia del Cine (esos momentos antes del final, tan angustiosos, y como acaba, son absolutamente emocionantes). Quizás su tramo intermedio está más alargado de lo necesario y se vuelve un poco reiterativo. Pero aún así, es algo muy leve que no empaña en absoluto el conjunto.

Mención a parte merece sin duda la extraordinaria y complicadísima banda sonora de Ludovic Bource, que tiene el reto de acompañar casi constantemente a las imágenes,y transmitir las emociones correspondientes en cada momento, algo fundamental en el cine mudo. Bource, colaborador habitual de Hazanavicius, compone unos temas que son una delicia para el oído, logrando mezclar temas muy clásicos que incluyen incluso la típica pianola, con valses, jazz, ect… Además de que cada tema tiene su propia personalidad y temática, muy descriptivos, oyéndolos sin las imágenes, se puede casi saber lo que está sucediendo. Algo que en muchas películas puede ser un defecto, pero que aquí es absolutamente necesario. Tampoco faltan homenajes, como podemos ver en la adaptación del tema de amor de «Vértigo» (1958).

– El momento: me es muy difícil elegir, ya que todas las escenas me parecen estupendas y sin desperdicio, pero, personalmente, me quedaría con el fantástico final, que homenajea a los musicales de la época como «La calle 42» (42nd street, 1933) o los de Fred Astaire y Ginger Rogers. «They like angels», como decía John Coffey en «La milla verde» (The green mile, 1999), y así es. Un punto y final de lujo para esta auténtica joya del cine.

– Conclusión: aquellos actores cuyas carreras y sueños se truncaron con la llegada del cine sonoro, seguro que nunca se imaginaron que se convertirían en un referente tan importante para todos aquellos que estudiamos y amamos el cine, y que se les homenajearía de manera tan bella como en esta película. Porque «The Artist» no es otra cosa que amor por el cine. Amor que queda claro en cada fotograma, y que se transmite al espectador, que puede asistir emocionado a una lección de lo que todo el mundo habla, pero que, realmente, muy pocas veces se ve: eso de la magia del cine. Decíamos el otro día en clase de crítica, que si uno quiere dedicarse a esta profesión, ya no es posible que vaya al cine sin saber nada, de manera inocente y descubrir su magia en cada película. Eso es verdad la mayoría de las veces, pero, por suerte, de vez en cuando, aparece alguna película que nos recuerda por qué nos dedicamos a esto, por qué nos gusta tanto el cine, y nos devuelve esa magia. Y así es «The Artist», mágica. Y cuando termina, no queda más que secarse los ojos humedecidos por la emoción, levantarse y aplaudir. Aplaudir sobre todo, porque tengamos la suerte de que aún se sigan haciendo películas así. Y que sea por muchos años. «The Artist» es, desde su mismo origen, un clásico, y espero que el tiempo le haga la justicia que se merece. Pero a pesar de mi pasión, soy consciente de que probablemente a la gente a la que le guste un tipo de cine mucho menos clásico que a mi, no les entusiasme tantísimo. Pero de cualquier manera, es absolutamente disfrutable, y la considero de visión imprescindible, para todo el mundo, y sobre todo, para los que amamos el cine por encima de todas las cosas.

6 comentarios el “The Artist (2011)

  1. Hildy Johnson
    2 enero, 2012

    Qué pasada de película Sofía.
    … me ha gustado tanto que ya he ido dos veces.
    He paseado por tu blog y me gusta mucho. Bueno ya lo había hecho pero todavía no te había escrito ningún comentario.
    Te visitaré muy a menudo.
    Si quieres y te apetece te pongo en mi columna de links de Otros apasionados cinéfilos en mi blog.
    Seguiremos compartiendo comentarios… y pupitre de clase de crítica.
    Besos
    Hildy

  2. Soffi
    3 enero, 2012

    Gracias Isabel!

    Yo también la he visto dos veces y esta tarde voy una tercera jejejejeje esto es amor y lo demás son tonterías.
    No sabía que tenías un blog tu también! Pues yo también lo visitaré, y por supuesto que me apetece que me agregues a tus Otros apasionados cinéfilos.

    Nos vemos en unos días! Besos

  3. Ramón
    3 enero, 2012

    Una pelicula maravillosa. Un canto de amor al séptimo arte con un Jean Dujardin en estado de gracia y que merece todos los premiso de interpretación del año.

    Besos !!!

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Esta entrada fue publicada en 30 noviembre, 2011 por en Cine francés y etiquetada con , , , , .